“My mom adopted a cat that brings her slippers to her every morning. I didn’t believe her until she got it on camera finally”
(Source)
20% is better than 0%.
Brushing your teeth at least once every day is better than none at all.
A few hours of sleep is better than none.
A few minutes outside for fresh air is better than none.
Writing a few paragraphs of the essay today is better than procrastinating till later.
Doing something is better than nothing (of course there is exception for some cases).
Do things at a pace which makes you comfortable whilst allowing you to make progress.
You can do this!
Jane Austen: The slowburn writer to end all slowburn writers. Has a mild case of purple prose syndrome. Sets you up to think she’s using a really lame trope or cliche, but then pulls the old BITCH U THOUGHT. Gets in fights with commenters who completely miss the point of her work.
William Shakespeare: Where dick jokes meet feels. Recycles old plots that have been in the fandom for years, but always manages to put a new spin on it. That said, he’s better known for good character writing than good plots. Kind of problematic, but people love him anyway. Laughs at and encourages commenters who completely miss the point of his work.
The Brontë Sisters: Their fics get lots of comments but they never reply. They never leave author notes, either. They share an account, and there are talks of a collab fic coming soon. Write fics for OTPs of questionable healthiness and consent. Only ever write darkfic. Like, REALLY dark. …People are getting kind of worried about them.
Edgar Allan Poe: Also only ever writes darkfic, but at this point, people have moved past being worried about him and have just accepted that he’s weird, he’s morbid, and we love him. Channels his feelings about his ex into his writing. It results in really good stories but everyone’s sort of like, “…Dude.”
Charles Dickens: Trying to set the record for highest wordcount on ao3, and it shows.
Victor Hugo: Currently holds the record for highest wordcount on ao3.
Oscar Wilde: Only ever writes M/M. Has a BAD case of purple prose, but it’s worth it if you manage to get through. His stories are either hilarious or soul-crushing. Or somehow both. People love him but know better than to disagree with him publicly, lest he destroy you with one of his infamous subtweets.
L. Frank Baum: Wrote one really well-loved story that’s among the most famous in the fandom, and it’s literally all he’s known for, and it pisses him off. His popular story became a multichap against his will because it’s the only one of his stories anyone actually reads. He keeps trying to end it so he can work on other things, but always ends up coming back.
Arthur Conan Doyle: Feels L. Frank Baum’s pain. SO much.
James Joyce: Has fascinating ideas, but takes forEVER to get to the point in his stories. Also a stoner, and it shows.
Lousia May Alcott: Writes stories for her unpopular OTP (that’s a NOTP for most of the fandom) and breaks up everyone’s favorite ships, mainly out of spite. Also kills everyone’s favorite characters, less so out of spite.
Mary Shelley: Writes incredible stories, but publishes under her boyfriend’s account because she’s banned from ao3. …Again.
Ya no existe el mundo en el que nací y aún no sé cómo lidiar con ello.
¿Quieren conocer el origen de esta situación? ¿Quieren que lo explique?
No puedo, dudo que alguien pueda. Lo que sí sabemos es que las brujas existen, el cambio climático era un plan reptiliano, aún hay zombies sueltos y, con todo lo ocurrido, se sigue esperando que consiga trabajo y una pareja estable y decente para llevar a casa en navidad y evitar que me estén jodiendo criticando mis tías.
En la superficie pareciera que nada ha cambiado mucho, o tal vez ya nos adaptamos tanto que ya no es perceptible. Muestra de lo anterior es que llevo 30 minutos estudiando la página y comunicados de la empresa de materiales mágicos y químicos para la que quiero trabajar.
"Una mujer adulta y soltera trabajando con sustancias extrañas y entidades mágicas” Ja. Hace 400 años me habrían quemado, ahora es la opción práctica: conseguir trabajo (no me juzgues, las brujas no pagan mal), comprar una casa y con suerte enamorarte y tratar de no morir en la calle. Lo usual.
¿Cómo puedo hacer un recuento de los últimos años?
Todo fue muy discreto en un inicio, luego fue tan rápido que ya no hubo como actuar. Cuando nos dimos cuenta la civilización en la que vivíamos pasó a ser una idea extraña. Ya no existe una frontera clara o gobierno en forma. Bueno…ahí no hubo tan grande cambio, nuestro gobierno nunca había funcionado y no habían tenido importancia los límites de otros países. Ahora, nos une una cultura y una identidad más fuerte que las líneas divisorias, el idioma o la comida. Nos une la supervivencia y la cultura que hemos heredado de nuestros ancestros.
La mayoría de los sobrevivimos al apocalipsis lo hicimos por cuestiones arraigadas en nuestra sociedad. ¿Quién se lo hubiera imaginado? Por ejemplo:
Nuestras construcciones suelen tener cimientos profundos por los temblores, lo que nos salvó de la mayor parte de las ondas expansivas cuando cayeron las bombas.
Las protecciones metálicas en ventanas y puertas que instalamos en las casas y edificios por la inseguridad, mantuvo las crisis zombie y fae al mínimo.
El asar chiles y cebollas para la salsa, previno gran parte de las posesiones demoniacas y ataques de nahuales.
¡Yei nosotros!.., ahora nos toca lidiar con lo que quedó. Genial.
Este es mi relato del nuevo orden, pero no soy escritora, ni científica o experta. Lo mío es solo un punto de vista, son libres de dejar comentarios, críticas y preguntas. Este es mi diario.
Ya me iré, pero antes de irme quisiera aclarar algo, no escribo por ustedes, escribo por mi, para no volverme loca.
Faltan 7 meses para Navidad.
Suerte a todos mañanas.
Pd. Si no vuelvo a escribir, seguramente estoy muerta... U olvide la contraseña.
Hace una año, a mediado de marzo, estuve con un grupo de refugiados por un periodo de 4 meses. Había guerrillas y ataques en todas partes. Hacíamos expediciones donde corríamos por provisiones en periodos no mayor a media hora a buscar comida cada tres o cuatro días.
Siempre he sido especial con la comida, pero aprendía a hacer de granos secos el 60% de mis alimentación . Agarré el gusto a tomar alcohol y cerveza por falta de agua y cuando no había otra opción a hervir agua y ponerle café con la esperanza de quitarle el sabor de salitre. Le encontré el amor al olor a café a medio día.
Fueron las peores y las mejores semanas. Nunca me divertí tanto, era ver películas y disfrutar de recabar información de reptilianos y otras razas, sentir que hacíamos la diferencia. Hacer arroz con cubos de tomate y caldo de pollo seco. Le poníamos cebolla y nopales a todo lo que podíamos para hacer más abundante la comida.
Me sentía parte de algo. Cuando nos separábamos o había fuego cruzado... no creo volver a llorar igual. Los gritos, los llamados de auxilio, los abrazos sabían más dulces al regreso.
A mediados de julio volví a reunirme con mi familia y ellos con las suyas. Quisimos mantenernos en contacto, pero no eres la misma persona con tu familia que en el campo. A veces sigo esperando que llamen y todo sea como antes.
¿Por qué se los comento? Fui a que me quitaran unos puntos y me revisaran una herida, nada importante. De regreso decidí premiarme con un pan. Al pasar por los granos vi los cubos de tomate y los recuerdo estallaron en mi. Le tomé una foto a la cerveza enlatada que terminé comprando y la envié con el mensaje “¿Recabamos información en la noche?” .
Les escribo a ustedes porque se que no habrá respuesta del otro lado, me cansé de esperar.